Viviendo la ciudad

Queridos amigos, Estamos despidiendo el año, hay diferentes maneras de hacerlo y de vivirlo. Junto a mis amigos (acabamos de perder a uno de los soldados en la dura batalla contra la soltería), hemos repetido concienzudamente en el transcurso de los últimos 3 años el mismo rito, Mendoza. Nos hospedamos en el mismo lugar, pero no con la misma gente. Puede pensarse que esto es aburrido, podría serlo (este año podría ser el primero, Guille es tu culpa si sucede!!!!) pero como el paréntesis anticipa no lo es, conocimos gente, aprendimos, compartimos y lo mas importante…. Tomamos vino. Este año han pasado muchas cosas, para todos nosotros, algunos empezaron un noviazgo (tras años de resistencia feroz), otro reencontraron su soltería y otros nunca la perdieron. Particularmente quiero recordar a mi viejo, que lo perdí este año, quien fue participe voluntario de nuestra primera expedición MG (Martes Gourmet, esta el Link a la derecha, y sino…. facebook). Quedaron momentos imborrables, ópticas

Departamento vacio, comienzo del año, y la soledad que acompaño estos 12 meses de desengaño, parece no querer abandonar los recuerdos de amores inciertos. Parece que fue ayer, ese enero en que todo era distinto, las pequeñas incidencias parecían grandes desgracias, y las desgracias inverosímiles para la realidad que vivía. Ese presente esta lejano …. Tan lejano como ese negocio que solo fue una idea, como ese amor que nunca fue, como ese tango que nos cuenta la vida desde el bandoneón. Muchas cosas pasaron en esas 52 semanas, partieron viejos conocidos, llegaron otros. Se dejo caer la máscara del pretendo y se vislumbro el animarse a ser, a probar, y sobre todo a errar. Joaquín, ya no era el mismo, ya no es el mismo, y ya nunca lo podrá ser. Vienen otros 12 meses, 52 semanas, de experiencias 365 días de emociones conexas, de posibilidades, de fracasos, de éxitos … de vida. El departamento sigue vacío, él vuelve a saborear ese vino, justo ese con ese sabor indescriptible de … de ganas d